El fútbol femenino en Mauritania no se detiene
Empezó a jugar al fútbol a los seis años junto a sus hermanos. De origen humilde, practicaba en las calles de la capital sin pensar que un día llegaría a poder vivir de su pasión. “Es muy duro jugar a nivel profesional aquí”, asegura con un aire de tristeza. “Afortunadamente, vengo de una familia muy deportista. Mi madre era jugadora de baloncesto. Algunas veces iba a otro barrio y al salir a la calle me decían: eso es un hombre o una mujer, por mi comportamiento como me visto y todo eso… Ahora